La tuberculosis (TB) sigue siendo un problema significativo de salud pública en México. En 2025, se han registrado 4,113 casos en los primeros meses del año, convirtiéndose en la segunda enfermedad de mayor prevalencia después de la influenza.
Los estados más afectados son Baja California, Nuevo León y Veracruz. Ante este panorama, surgen nuevas interrogantes sobre los grupos de riesgo y el papel de la obesidad mórbida en la evolución de la enfermedad.
La Relación entre Tuberculosis y Obesidad Mórbida
Históricamente, la tuberculosis se ha vinculado con sistemas inmunológicos debilitados debido a la desnutrición.
Sin embargo, estudios recientes indican que el sobrepeso y la obesidad también pueden ser factores de riesgo relevantes. En países como Perú, la diabetes (una condición frecuentemente ligada a la obesidad) se ha convertido en la principal comorbilidad en pacientes con TB.
La obesidad mórbida puede influir en la tuberculosis de varias maneras:
🔹Disfunción del sistema inmunológico: El exceso de tejido adiposo genera un estado de inflamación crónica que puede afectar la respuesta inmune, haciéndola menos eficiente para combatir infecciones como la TB.
🔹Mayor riesgo de diabetes tipo 2: La obesidad está fuertemente relacionada con la diabetes, que compromete la respuesta inmunológica y puede aumentar la probabilidad de desarrollar TB activa.
🔹Dificultad en el diagnóstico: En pacientes con obesidad, los síntomas respiratorios pueden confundirse con otras afecciones, retrasando el diagnóstico y el tratamiento oportuno.
🔹Complicaciones en el tratamiento: Algunas medicaciones para la TB pueden tener una absorción alterada en personas con obesidad, lo que podría afectar la efectividad de la terapia.
🔹Impacto en la función pulmonar: La obesidad mórbida puede provocar dificultad respiratoria, lo que agrava los efectos de la tuberculosis pulmonar.
Si bien múltiples estudios han señalado que la obesidad puede debilitar el sistema inmune y aumentar la vulnerabilidad a infecciones, la conexión directa con la tuberculosis multidrogoresistente (TB-MDR) no ha sido completamente esclarecida.
Algunos datos sugieren que la inflamación crónica causada por la obesidad podría hacer a los pacientes más susceptibles a infecciones como la TB.
Lo que sí sabemos con certeza
Lo que es innegable es que la obesidad mórbida impacta negativamente la función metabólica e inmunológica, lo que puede comprometer la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Un sistema inmune más saludable y un mejor equilibrio metabólico reducen la vulnerabilidad a enfermedades infecciosas.
Por ello, la obesidad debe ser tratada como un factor de riesgo modificable. Adoptar estrategias que reduzcan el peso de manera efectiva no solo mejora la salud metabólica, sino que también puede fortalecer la respuesta inmunológica del organismo.
Si padeces obesidad severa y te preocupa tu salud, este es el momento de tomar acción. No esperes a que el peso siga afectando tu organismo y aumentando los riesgos de enfermedades infecciosas.
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